HIMNO DE LA CORONACIÓN DE LA VIRGEN DE LOS DESAMPARADOS
Cuenta en su crónica de las solemnes fiestas celebradas en Valencia con motivo de la Coronación Pontificia de Nuestra Señora de los Desamparados, el canónigo Sanchis Sivera (Valencia, 1923) que ”Necesitábase una invocación sagrada en la que el alma del pueblo desbordase el inmenso amor que sentía hacia su Virgen, que expresase colectivamente sus sentimientos en forma de cántico entusiasta y precisamente en el mismo idioma del pueblo y por un hijo de la tierra bendita que iba a festejar a su Patrona”.
El secretario del mencionado comité, José María Ibarra Folgado, suscribía la convocatoria de un concurso ” para la presentación de letras para el Himno Oficial que ha de ser cantado con motivo de las solemnes fiestas con ocasión de la Coronación Pontificia de la Virgen de los Desamparados”.
Para tomar parte en el concurso fue condición indispensable ”haber nacido en alguna de las actuales provincias de Alicante, Castellón y Valencia, que constituían el Antiguo Reino de Valencia. La composición, con libertad de metro, habrá de estar escrita en lengua valenciana. Se concederá un premio consistente en una imagen de plata de la Santísima Virgen de los Desamparados a la composición premiada”.
Fueron presentadas 51 composiciones. El jurado eligió el trabajo que llevaba por lema “Arquebisbe Reig”, cuyo autor era el mestre en gay saber per Lo Rat Penat, José María Juan García, nacido en Valencia en 1884, autor de numerosas obras de teatro y poemas diversos.
Con la letra en su poder, el comité encargado, convocó ahora concurso para adoptar y premiar la música del Himno Oficial. Los músicos concurrentes podían haber nacido en cualquiera de las regiones españolas.
”Para las tres estrofas de un mismo metro destinadas al coro, se escribirá una misma y sola melodía que ha de ser necesariamente unisonal. La música destinada a las estrofas que sirven de copla, será la m,isma en ambas y se escribirá a cuatro voces mixta, pero de tal manera que la parte superior pueda cantarse por el pueblo sin auxilio de las tres voces restantes.
Debiéndose cantar el himno en su totalidad por el pueblo, los concursantes procurarán contenerse en su composición dentro de los límites extremos de Do hasta Mi bemol y tendrán en cuenta que toda la obra ha de cantarse seguida de principio a fin y sin intermedio alguno en el acompañamiento.
Un total de 33 composiciones musicales fueron presentadas a concurso. En el jurado se encontraban Eduardo López Chavarri, Amancio Amorós, Juan Bautista Pastor, Vicente Ripollés y el jesuita padre Baixauli. La convocatoria llevaba fecha de 29 de dciembre de 1922 y el fallo fue hecho público el 22 de marzo del año siguiente.
Las 750 pesetas del primer premio correspondieron a la obra presentada bajo el lema ”Rosa Mística”, cuyo autor fue el sacerdote organista de la catedral de Vich, Luis Romeu. Hubo un segundo premio creado a instancias del jurado y dotado con 250 pesetas, para la obra que llevaba el lema ”Pietat” construida por el compositor valenciano Antonio Pérez Moya.
El himno Oficial de la Coronación, que se ha convertido en uno de los himnos patrios valencianos, comienza con un ”solemne quaso largo”, que Asemeja el amanecer, la salida del sol sobre la Valencia que a las cinco de la mañana pugna por asistir a la ”Misa de Descoberta” o que apaciblemente, tras el peregrinar de la noche desde los pueblos hasta la Basílica, espera la ”Missa d’Infants”.
Un amanecer que va elevando su luz sobre Valencia entera y descuelga su energía matutina por las espinas dorsales de quienes se congregan multitudinariamente para rezar a su Virgen y trasladarla en ”loor” de popularidad hasta la sede catedralicia. Un himno que se ve orlado en las alturas por un revolotear de palomas y el fresco de un dia pleno de primavera que transmite y contagia energía y espíritu vivificador.
Al sonar el himno en la plaza basilical, lanzar al aire los niños de las escuelas valencianas las primeras letras y ejecutar sus partituras la Orquesta Municipal, aparecen las lágrimas en los rostros, los rezos en los labios y la emoción serena en los valencianos que cada año en masa acuden a postrarse en los pies de su patrona, vitorearla y acompañarla en su gran dia.
Extracto del libro de Baltasar Bueno Tárrega: La Mare de Déu dels Desamparats
Letra
«La Patria Valenciana
se ampara bajo tu manto
¡Oh, Virgen Soberana
de tierras del levante!».
La tierra levantina revive en tu Capilla
al fervoroso homenaje de puro y verdadero amor.
Pues sois nuestra Reina y vuestra imagen bella
parece que está rodeada de mágico resplandor.
La rosa perfumada, la mística azucena
su vergel formaron a los pies de tu altar.
Y fervoroso en ellas, el valenciano te ofrenda
La devoción más santa que se pueda profesar.
En tierras valencianas
la fe por Vos no muere
y vuestra Imagen Santa
llevamos siempre en el corazón.
Salve, Reina del cielo y la tierra.
Salve, Virgen de los Desamparados.
Salve, siempre adorada Patrona.
Salve, Madre de los buenos valencianos.
EL TEXTO QUE NO SE CANTA
Hasta aquí la versión que tradicionalmente se canta, la más popular, la que todo el mundo valenciano-mariano conoce. Pero el texto original es mucho más largo y rico. Y es esta una buena ocasión para releer el poema que a la nostra Mareta dedicó José María Juan. Veamos:
Coro
Al verte, coronada como Reyna y como Patrona,
sentimos todos los hijos del alma latir nuestro corazón,
y perlas que enriquezcan por puras tu corona,
serán nuestras vidas, formando su tesoro.
¡Oh Virgen Soberana! ¡Oh, Imagen Bendecida!
orgullo de nuestra tierra, escudo de nuestra fé,
de vos depende la gloria, de vos depende la vida,
que sois el único emblema donde resplandece el bién.
Coro
Valencia, que es tu hija, al recibir tu mirada,
su tradición recuerda y añora tiempos pasados,
y al verte, Virgen Santa, como Reyna coronada,
con gozo decimos: -¡Tenemos Madre, no estamos desamparados!
En tu regazo se ampara el hijo que tanto te adora
Y tu auxilio ruega que es gloria del cristiano
a tu amparo espera quien con devoción te implora,
Pues sois la Reyna escelsa del pueblo valenciano.
José María Juan García/Luis Romeu (letra/música) (1923)
Cuenta en su crónica de las solemnes fiestas celebradas en Valencia con motivo de la Coronación Pontificia de Nuestra Señora de los Desamparados, el canónigo Sanchis Sivera (Valencia, 1923) que ”Necesitábase una invocación sagrada en la que el alma del pueblo desbordase el inmenso amor que sentía hacia su Virgen, que expresase colectivamente sus sentimientos en forma de cántico entusiasta y precisamente en el mismo idioma del pueblo y por un hijo de la tierra bendita que iba a festejar a su Patrona”.
El secretario del mencionado comité, José María Ibarra Folgado, suscribía la convocatoria de un concurso ” para la presentación de letras para el Himno Oficial que ha de ser cantado con motivo de las solemnes fiestas con ocasión de la Coronación Pontificia de la Virgen de los Desamparados”.
Para tomar parte en el concurso fue condición indispensable ”haber nacido en alguna de las actuales provincias de Alicante, Castellón y Valencia, que constituían el Antiguo Reino de Valencia. La composición, con libertad de metro, habrá de estar escrita en lengua valenciana. Se concederá un premio consistente en una imagen de plata de la Santísima Virgen de los Desamparados a la composición premiada”.
Fueron presentadas 51 composiciones. El jurado eligió el trabajo que llevaba por lema “Arquebisbe Reig”, cuyo autor era el mestre en gay saber per Lo Rat Penat, José María Juan García, nacido en Valencia en 1884, autor de numerosas obras de teatro y poemas diversos.
En la lletra en el seu poder, el comité encarregat, va convocar ara concurs per a adoptar i premiar la música de l’Himne Oficial. Els músics concurrents podien haver naixcut en qualsevol de les regions espanyoles.
”Per a les tres estrofes d’un mateix metro destinades al cor, s’escriurà una mateixa i sola melodia que ha de ser necessàriament unisonal. La música destinada a les estrofes que servixen de copla, serà la misma en abdós i s’escriurà a quatre veus mixta, pero de tal manera que la part superior puga cantar-se pel poble sense auxili de les tres veus restants.
Devent-se cantar l’himne en la seua totalitat pel poble, els concursants procuraran contindre’s en la seua composició dins dels llímits extrems de Do fins al meu bemol i tindran en conte que tota l’obra ha de cantar-se seguida de principi a fi i sense intermig algun en l’acompanyament.
Un total de 33 composiciones musicales fueron presentadas a concurso. En el jurado se encontraban Eduardo López Chavarri, Amancio Amorós, Juan Bautista Pastor, Vicente Ripollés y el jesuita padre Baixauli. La convocatoria llevaba fecha de 29 de dciembre de 1922 y el fallo fue hecho público el 22 de marzo del año siguiente.
Las 750 pesetas del primer premio correspondieron a la obra presentada bajo el lema ”Rosa Mística”, cuyo autor fue el sacerdote organista de la catedral de Vich, Luis Romeu. Hubo un segundo premio creado a instancias del jurado y dotado con 250 pesetas, para la obra que llevaba el lema ”Pietat” construida por el compositor valenciano Antonio Pérez Moya.
El himno Oficial de la Coronación, que se ha convertido en uno de los himnos patrios valencianos, comienza con un ”solemne quaso largo”, que semeja el amanecer, la salida del sol sobre la Valencia que a las cinco de la mañana pugna por asistir a la ”Misa de Descoberta” o que apaciblemente, tras el peregrinar de la noche desde los pueblos hasta la Basílica, espera la ”Missa d’Infants”.
Un amanecer que va elevando su luz sobre Valencia entera y descuelga su energía matutina por las espinas dorsales de quienes se congregan multitudinariamente para rezar a su Virgen y trasladarla en ”loor” de popularidad hasta la sede catedralicia. Un himno que se ve orlado en las alturas por un revolotear de palomas y el fresco de un dia pleno de primavera que transmite y contagia energía y espíritu vivificador.
Al sonar el himno en la plaza basilical, lanzar al aire los niños de las escuelas valencianas las primeras letras y ejecutar sus partituras la Orquesta Municipal, aparecen las lágrimas en los rostros, los rezos en los labios y la emoción serena en los valencianos que cada año en masa acuden a postrarse en los pies de su patrona, vitorearla y acompañarla en su gran dia.
Extracto del libro de Baltasar Bueno Tárrega: La Mare de Déu dels Desamparats
Lletra
«La Patria Valenciana
s’ampara baix ton mant
¡Oh, Verge Sobirana
de terres de llevant!».
La terra llevantina reviu en ta Capella
al fervos homenaje de pur y ver amor.
Puix sou la nostra Reina y vostra Image bella
pareix qu’está voltá de magic resplandor.
La rosa perfumá, la mistica assussena,
lo seu verger formaren als peus de ton altar.
I fervoros en elles, lo valenciá t’ofrena
la devocio mes santa que’s puga profesar.
En terres valencianes
la fe per Vos no mor
i vostra Image Santa
portem sempre en lo cor.
Salve, Reina del cel i la terra.
Salve, Verge dels Desamparats.
Salve, sempre adorada Patrona.
Salve, Mare del bons valencians.
EL TEXT QUE NO ES CANTA
Fins a ací la versió que tradicionalment es canta, la més popular, la que tot lo món valencià-*mariano coneix. Pero el text original és molt més llarc i ric. I és esta una bona ocasió per a rellegir el poema que a la *nostra *Maretadedicó José María Juan. Vejam:
Cor
Al voret, coronada com Reyna I com Patrona,
sentim tons fills de l’anima glatir lo nostre còr,
i perles que’ enriquixquen per pures ta corona,
serán les nostres vides, formant lo seu tresòr.
¡Oh Vèrge Subirana! ¡Oh, Image Benehida!
orgull de nòstra tèrra, escut de nòstra fe,
de Vos depén la glòria, de Vos depén la vida,
que sou l’unic emblema hon resplandix el be.
Cor
Valencia, que’es ta filla, al rebre ta mirada,
sa tradició recòrda i anyora temps pasats,
i al vòret, Vèrge Santa, com Reyna coronada,
en goig diu: -¡Tenim Mare, no estém desamparats!
A ton regás s’ampara el fill que tant t’ adora
I el teu auxili prega q’es glòria del cristià
El teu amparo espera qui en devoció t’implora,
Puix sou la Reyna Ecelsa del poblé valencià.
José María Juan García/Luis Romeu (lletra/música) (1921)